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sábado, 1 de mayo de 2010

¿Qué está pasando?


Vamos a hablar ahora de ‘El incidente’. Se trata de una película de M. Night Shyamalan, el hindú que se hizo tan famoso por ‘El sexto sentido’ y que se caracteriza por películas con un argumento diferente a lo que estamos acostumbrados, bastante original y lleno de suspense, pero que suele flaquear en los finales. Pero centrémonos en ésta.


Un día cualquiera comienzan a sucederse unos extraños hechos. De buenas a primeras la gente se queda como atontada y acto seguido comienza a suicidarse. Por una enigmática razón esto se produce en oleadas, afectando en poco tiempo a una gran cantidad de ciudades de Estados Unidos. Nadie sabe qué está pasando pero todos tienen claro una cosa: no se quieren quedar para verse afectados por aquello que sea lo que está provocando esas muertes. Entre ellos nos encontramos a una joven pareja que no está atravesando por un buen momento y los amigos de él, con los que viviremos de primera mano los acontecimientos de esta historia. Pero no contaré más.


Se trata de una película extraña, muy propia de este director, en la que nos encontramos una circunstancia totalmente inesperada a la que nadie le encuentra explicación. Comienza de una forma sorprendente que hace captar toda nuestra atención, y en pocos minutos estaremos pendientes de los acontecimientos que se van a ir sucediendo posteriormente. El problema es que conforme vamos avanzando la trama pierde fuelle y en lugar de mantener ese nivel de intriga nos empieza a cansar y llega un momento en que casi que nos da igual que el motivo sea uno u otro y que acabe de una forma u otra.


Con respecto al desarrollo de acontecimientos hay dos aspectos bien diferenciados a tener en cuenta. Por una parte tenemos los sucesos inexplicables; por otra, la huída de los protagonistas. Los hechos misteriosos están bien rodados y tienen la intriga suficiente para que queramos seguir avanzando en la trama. Los efectos especiales en este punto no es que sean de lo mejor, pero lo poco que vemos está bien hecho y deja un buen sabor de boca, con lo que no hay de qué quejarse. Sin embargo, en cuanto a la huída y relaciones interpersonales la historia flaquea en gran medida. No parecen creíbles, los protagonistas parece que están viendo pasar el tiempo en lugar de encontrarse en un aprieto de los grandes, y en especial Elliot (interpretado por Mark Wahlberg) da la sensación de que está allí puesto sin saber muy bien por qué. No lleva las riendas de la historia, sino que se deja llevar, y en gran parte de las escenas se lo ve andando en cualquier dirección, sin tener mucho interés en averiguar qué sucede ni en salvarse; se lo ve más bien como un espectador al que le importa poco lo que pasa a su alrededor porque no va con él.


Con respecto a los demás actores no hay mucho que destacar. Sus interpretaciones son modestas, sin llegar a ser malas, pero sin ofrecer gran cosa. Quizá el director podía haber sacado un poco más de jugo a la historia pero se ha quedado en lo superficial y no se ha adentrado excesivamente en mostrarnos la personalidad de cada uno de los protagonistas.


Con respecto a la banda sonora no hay mucho de lo que hablar. En los momentos álgidos podemos encontrar algunos sonidos de ambientación, pero por lo general abundan más los silencios y los diálogos que la música, que se queda en un discreto segundo plano y pasa casi desapercibida.


Desde mi punto de vista lo que más me ha gustado de la película son sus localizaciones. Está rodada en gran parte en exteriores, siendo frecuentes los verdes campos, las zonas boscosas y las áreas rurales, que me encantan y que hicieron que me resultara muy agradable a la vista y que siguiera manteniendo un interés alto que la historia como tal ya no merecía. Resulta una peli bonita en este sentido, aunque el argumento no ofrezca tanto como prometía en un principio.


En cuanto a la peli, valorada globalmente, he de decir que a mí me gustó un poco. Ni es una gran película ni se destroza el final como en películas como ‘Señales’ o ‘El bosque’, lo que era uno de los mayores temores que tenía antes de verla (y es que este director suele pifiarla en los finales, a excepción del de ‘El sexto sentido’, que fue genial). Consigue entretenernos y nos permite evadirnos un poco, pero no ofrece una historia especialmente interesante ni que nos vaya a dejar huella, por lo que es idónea para echar el rato pero siempre que no tengamos otra opción mejor disponible.