Os voy a hablar ahora de una peli que, a diferencia de la mayoría que hay por aquí, aún no se ha estrenado en los cines de España, pero sí lo ha hecho ya en Francia el año pasado. Se trata de la polémica “Martyrs”, aquella que probablemente os suene por ser algo así como Saw pero más gore aún, tanto que pusieron ambulancias a las puertas de las salas del festival de Cannes y Sitges y todo porque había quienes se mareaban o desmayaban.
La historia que se nos cuenta trata de Lucie, una niña que es torturada y que consigue escapar de sus captores. Quince años después, tras un duro tratamiento que no consigue eliminar su trauma, decide vengarse de aquellos que la torturaron. Pero en esta ocasión cuenta con la ayuda de una amiga, Anna, quien está de su parte. Así, Lucie aparece un buen día ante la puerta de la casa de una familia decidida a ajustar las cuentas de más de uno.
Empieza así una historia tremendamente sangrienta y cruel, en la que ningún sentimiento ni reparo hace detenerse a aquella que viene a buscar venganza, y que se nos muestra de una forma tremendamente explícita, bastante desagradable en algunos momentos. A ello se le suma la frialdad de las protagonistas, la falta total de música que nos dé una idea de si la escena que estamos viendo va a terminar ya o si por el contrario no ha hecho otra cosa que empezar, así como el silencio sobrecogedor que embarga la cinta, sólo interrumpido por breves conversaciones en voz baja, gritos, gemidos y golpes.
Desde luego, yo sabía lo que iba a ver y ya iba preparado, por lo que la verdad sólo puedo decir que no es para tanto. Y aunque cuando veáis la peli pensaréis que debo ser un sádico o algo para decir semejante barbaridad, nada más lejos de la realidad. Lo que sucede es que tanto bombo que se le ha dado, con las ambulancias, los desmayos y demás, que parece que nos vamos a encontrar con algo espeluznante. Y, la verdad sea dicha, aunque es bastante fuerte hay muchas escenas de la peli que podrían haber sido muchísimo peores de lo que realmente son. Porque, entre otras cosas, hay momentos en los que la cámara enfoca una pared o el suelo, quedándonos sólo con el sonido y nuestra imaginación para saber qué está sucediendo. Aunque esto, claro está, lo agradecerán muchos, jaja.
En cuanto a interpretaciones, mágníficas las dos protagonistas, que son capaces de transmitirnos un abanico de sentimientos bastante amplio, desde pavor a asco, pasando por simpatía y cariño. Y todo con sólo pasar de una escena a la siguiente.
Los efectos de imagen son bastante buenos, la sangre, que corre a raudales, está bien empleada, así como los efectos producidos en los cuerpos de las víctimas, pero sin embargo a mi parecer se comete un error bastante grande al final de la peli, ya que sinceramente lo veo muy poco creíble. Creo que ahí deberían habérselo currado mucho más, ya que nos deja una sensación agridulce.
En resumidas cuentas, una buena peli de gore (también hay escenas sobrecogedoras, pero el gore impera), que nos darán algunos sobresaltos y que probablemente haga a muchos mirar para otro lado en un buen puñado de escenas, aunque como ya digo es bastante más suave de lo que podría haber sido.
Ya me contaréis si os atrevéis a verla.
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