Hablaré ahora de una peli de esas que tanto me gustan a pesar del argumento y que no es otra que de coches y carreras. En esta ocasión, “Death race: La carrera de la muerte”, protagonizada por Jason Statham, un habitual en este tipo de cintas y bastante conocido desde su papel en “Transporter” y sus secuelas.
En esta ocasión nos encontramos en un futuro no muy lejano en el que el mundo está sumido en el caos. Los crímenes y delitos están en auge, y buena parte de la población se encuentra reclusa en grandes centros penitenciarios privados, ya que el gobierno no es capaz de hacer frente a los gastos que de ellos se derivan. En estas nuevas cárceles nos encontramos diversas formas de financiación, siendo una de las más conocidas la que se emplea en “Isla Terminal”, la más grande y con presos más peligrosos: allí se lleva a cabo una competición entre presos consistente en carreras de coches y en las que todo vale para ganar. El premio por participar tampoco es nada desdeñable: cinco victorias significan la puesta en libertad del ganador. Y para sacar el máximo partido, nada mejor que televisarlas por PPV como si de un partido de fútbol se tratase, lo que le permite obtener enormes beneficios en concepto de derechos de emisión.
Así las cosas, nos encontramos con Jensen Ames, un antiguo piloto de carreras actualmente retirado y que a duras penas es capaz de ganar lo suficiente como para darle de comer a su familia. Cuando un día su mujer sea asesinada y lo acusen a él del crimen, dará con sus huesos en Isla Teminal, donde deberá hacer lo que mejor sabe para ganarse su libertad: correr a toda velocidad.
Así da comienzo una cinta en la que los coches potentes, las persecuciones, las carreras y las luchas entre los participantes en la competición son el principal aliciente, aunque siempre queda un pequeño hueco para el amor, la amistad y el deseo de libertad.
Con respecto a las interpretaciones, la de Jason Statham es la más significativa, ya que la peli gira en torno a él, aunque los demás actores que encabezan el reparto no lo hacen nada mal.
Las escenas de acción son abundantes y están muy bien conseguidas, logrando en todo momento un gran realismo que se agradece y que permite a los amantes del cine de acción permanecer atentos desde principio a fin a lo que va sucediendo. Hay explosiones, tiros, accidentes y todo ello a grandes dosis para que no nos quejemos.
Desde mi punto de vista se trata de una peli muy entretenida, que engrosa la lista de aquellas en las que los coches son los principales protagonistas y que para los que se consideren fans de los mismos les permitirá pasar un rato muy agradable.
La recomiendo. Aquí el tráiler:
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