Robin Hood, dirigida por Ridley Scott e interpretada por Russel Crowe, es la última versión realizada hasta la fecha de aquel personaje épico que, escondido en los bosques de Sherwood, se dedicaba a robar a los ricos para dárselo a los pobres. En esta ocasión la historia que se cuenta está relacionada con otras películas anteriores, pero se aborda desde una perspectiva totalmente distinta.
Robin Longstride es un arquero del ejército de Ricardo Corazón de León. A su regreso de las cruzadas, camino de Inglaterra, pasan por Francia, saqueando todo lo que encuentran a su paso, y el rey es asesinado. Por su parte, Robert Loxley, otro caballero que muere en batalla, le hace prometer a Robin que irá a Nottingham a devolver una espada a su padre, legítimo dueño. Allí conocerá a lady Marion, y cuando piensa en retirarse, la grave situación política de Inglaterra le hace querer participar y evitar una cada vez más cercana guerra civil.
Se trata sin duda de una versión de Robin Hood muy diferente a lo que estamos acostumbrados. La versión de Kevin Costner, por ejemplo, es más amable, tiene un toque de humor y es más ‘tradicional’, por decirlo de alguna manera. Ésta es más seria, más política, y nos muestra a un Robin Hood más sereno y menos aventurero. A pesar de ello la historia está muy bien hilada y engancha desde el principio, de forma que no se nos hace cuesta arriba en ningún momento.
Los personajes están muy bien escogidos, y a Russel Crowe su papel le viene como anillo al dedo. Recuerda en muchas ocasiones al Máximo de Gladiator, pero no por ello desciende la calidad de su interpretación. Es rudo, tenaz, sensato y enérgico, y consigue llevar sobre sus hombros el peso de la trama sin ninguna dificultad.
Muy acertado también el papel de Cate Blanchett como lady Marion, una mujer de armas tomar que llama la atención y consigue ser admirada a pesar de su humildad. La pareja interpretativa con Crowe para mi gusto es muy buena.
En cuanto a la ambientación no hay de qué quejarse. Está muy bien lograda, y tanto los decorados como el vestuario y diálogos consiguen trasladarnos a una época tan lejana como fascinante.
A lo largo de la historia hay acción, pero desde mi punto de vista no es esto lo que caracteriza a la historia. Hay muchos momentos en los que los diálogos son intensos y de calidad, que incitan al a reflexión, y también otros en los que las escaramuzas políticas se hacen dueñas de la trama. Es, por tanto, una historia más seria y madura que la típica de Robin Hood, pero como digo está muy bien hecha y aporta una perspectiva muy diferente del personaje.
Por lo que a mí respecta es una gran historia, que no es ni mejor ni peor que otras versiones, sino complementaria, porque aborda los puntos que hasta ahora no habían sido explorados, y que sirve para comprender mejor las motivaciones y los acontecimientos que protagonizó tan conocido arquero.
Muy recomendable, a pesar de su larga duración.
Os dejo el tráiler de la película:
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miércoles, 5 de enero de 2011
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