Noche y día: los polos opuestos se atraen

Hoy voy a hablar de una película estadounidense que vi hace poco y que se llama 'Noche y día'. Título bastante conocido en España porque parte de las escenas han sido rodadas en Sevilla y Cádiz, y por tanto durante el rodaje se habló bastante de ella.

Protagonizada por Tom Cruise y Cameron Díaz, la historia que se nos cuenta es la de un espía que lleva consigo un objeto muy codiciado por todos, tanto la CIA como traficantes de armas. Todos quieren al protagonista muerto y el botín a buen recaudo, pero no será nada fácil deshacerse de él. Para colmo, una chica que pasaba por el lugar inadecuado en el momento inadecuado se ve envuelta en la peligrosa lucha sin cuartel que se establece entre ambos bandos y que los lleva a viajar por diferentes lugares del mundo.

Así es, más o menos, como podemos describir la historia. Con respecto al desarrollo de acontecimientos hay que decir que es la típica peli de acción americana, llena de efectos especiales, persecuciones imposibles, tiros y explosiones de toda clase y, a pesar de ello, un número de muertos y heridos irrisorio para lo que sería lógico pensar. La acción es constante, de principio a fin, y desde luego si vamos buscando justo eso no nos defraudará. Para ello se cuenta con efectos especiales de lo más espectaculares, que permiten meternos en la historia, disfrutarla y pasar un buen rato.

En cuanto a actores se refiere poco hay que decir de ellos. Sus papeles son los típicos de películas de este estilo, con muy poca profundización en sus motivaciones e impulsos. Combinan momentos de cierta lucidez con otros bastante tontorrones, y un humor un tanto forzado que a veces gusta pero que otras no tiene el acierto deseado. No están mal ninguno de los dos protagonistas, pero tampoco tienen papeles para recordar. Otra pareja de actores en su lugar hubiera dado los mismos resultados.

Con respecto a la credibilidad de la historia, deja mucho que desear. Visualmente es espectacular, muy vistosa y llamativa, pero muy poco realista. Hay excesivas ocasiones en las que todos deberían acabar muertos y sin embargo no se llevan el menor rasguño, y aunque esto es lo habitual en el género, tampoco pasa nada por estropear un poco la ropa o el maquillaje que llevan puestos. También hay situaciones y peligros complejos de los que se salen con demasiada facilidad, lo que desde luego no tiene nada que ver con lo que pasaría en el mundo real.

Con respecto a las localizaciones, sin duda es una de las mejores partes de la película. Veremos muchos lugares interesantes, ciudades con encanto y rincones perdidos que tienen una gran belleza. Están muy bien escogidos y permiten viajar por diversos rincones del mundo sin movernos del sillón.

Mención especial merece el rodaje en Sevilla y Cádiz. Que en la historia los sanfermines se corran en Sevilla y que se mezclen las calles de ambas ciudades como si fueran una sola desluce bastante el resultado, aunque eso sí, para aquellos que no las conocen no resultará muy chocante. Pero si conocemos los lugares que salen en la película nos quedaremos un poco sorprendidos de la diferencia entre la realidad y lo que se nos muestra.

De todas formas es una película de acción, que no pretende más que distraer, por lo que esto es secundario. En cuanto a si consigue su objetivo, la respuesta es sí. Las casi dos horas de duración se pasan volando y no nos aburriremos con ella.

Eso sí, queda lejos de ser un peliculón para recordar.

Aquí os dejo el tráiler:

Shutter Island: una isla misteriosa

Aunque la película es bastante conocida, no la vi hasta hace bien poco, y lo cierto es que me gustó bastante.

La historia que nos cuenta es la de Teddy, un agente judicial que es enviado junto con su compañero a una extraña y apartada isla en la que hay un centro psiquiátrico para enfermos mentales que han cometido graves delitos. Allí han de investigar la desaparición de una peligrosa interna. Alejada del resto de la civilización, la isla es un mundo aparte en sí mismo, y la ley que rige es la que el director del centro, un misterioso John Cawley, aplica.


Teddy inicia sus investigaciones, pero pronto se da cuenta de que algo raro sucede en la isla. Hay datos que se le ocultan y el comportamiento de los trabajadores del centro hacen pensar que un oscuro secreto se oculta entre sus paredes. Y Teddy está dispuesto a llegar hasta el final para descubrirlo...

Se trata de una película muy diferente a las habituales. Está ambientada en los años 50, y las imágenes tienen un toque ajado, antiguo, con colores oscuros que las hace bastante atractivas. El desarrollo de acontecimientos está muy bien hilado, y dado que todo está envuelto en un halo de misterio consigue enganchar al espectador desde el principio.

No resulta para nada aburrida, aunque hay que verla prestando atención porque hay ciertos momentos en los que se explican hechos fundamentales para comprenderlo todo. Es intensa, está llena de misterios, de sucesos extraños y aparentemente incomprensibles, y la atmósfera que se logra es asfixiante y tensa, estupenda para pasar un buen rato de intriga.

Las interpretaciones son buenas, especialmente la del protagonista, Leonardo Di Caprio, que ya ha dejado definitivamente atrás su imagen de chico rebelde y ligón para embarcarse en papeles más serios. Muy acertado y creíble en todo momento, a pesar de la dificultad de su papel.

Uno de los aspectos más destacados de la película es la ambientación: la isla, la institución mental, los alrededores y demás están muy bien realizados y permiten trasladarnos a un lugar misterioso al tiempo que mágico y atractivo, que por una parte deseamos explorar y que por otra nos inquieta al no saber qué nos podemos encontrar a la vuelta de cada esquina.

Desde mi punto de vista se trata de una películ abastante interesante, que sirve para pasar un buen rato, que nos hace pensar y que sin duda consigue sorprendernos, por lo que la recomiendo. Quizá una vez vista no nos parezca tanto como quiere hacernos creer en un principio, pero está muy bien y la verdad es que merece la pena.

Dejo aquí el tráiler:

21 Blackjack: no es gran cosa

21 Blackjack es una película que desde mi punto de vista promete mucho más de lo que ofrece, y que me dejó un sabor de boca bastante malo.

La historia que nos cuenta es la de unos chicos que destacan por sus capacidades en el cálculo matemático. Su profesor de mates los escoge y con ellos forma un grupo en el que va a enseñar cómo se cuentan las cartas en el blackjack, lo que les puede generar unos beneficios enormes apostando a lo grande en Las Vegas. El problema aparece cuando en los casinos comienzan a sospechar de los chicos… y la tensión estalla en el grupo, poniéndose todos en peligro.

Así contado parece una peli interesante, que tiene buena pinta y que por lo menos nos servirá para pasar un buen rato. Nada más lejos de la realidad. Aparte de la primera parte de la historia, que se corresponde con la fase de aprendizaje y que es la más coherente de todas, el resto es una sucesión de viajes a Las Vegas, casinos y apuestas en el blackjack. Siempre hacen lo mismo, y siempre es la misma escena la que se nos repite una y otra vez como si fuera algo nuevo. No tiene ningún atractivo especial y se vuelve monótona y aburrida. Sólo los últimos minutos mejora algo, en un intento de salvar la película, pero la verdad es que no se consigue.

Con respecto a los actores no están mal, pero sus personajes tienen poco interés, tanto nos da que les pase algo bueno o malo. Son personas que no nos van a caer especialmente bien y tampoco nos veremos reflejados en ninguno de ellos. El gancho de la peli es Kevin Spacey, pero su personaje es un secundario con muy poca chicha que no se corresponde con otros papeles a los que nos tiene acostumbrados. También Lawrence Fishburne tiene un pequeño papel totalmente desacertado y desaprovechado. Ambos fueron la razón principal por la que me lancé a ver la peli, pero ni siquiera ellos consiguen mejorar el resultado final.

La puesta en escena no está nada mal, la recreación de los casinos, la forma de jugar y demás es lo mejor de la película, aunque a los cinco minutos nos cansamos de ver siempre lo mismo. Hasta los gestos que hacen entre ellos para decirse cosas sin que se note aburren y se repiten hasta la saciedad. Y los diálogos son bastante sosos, sin contenido. Lo único que parece que pretenden enseñarnos es que el dinero lo es todo y que lo demás es una pérdida de tiempo.

En resumidas cuentas sólo puedo decir que es una película mediocre, que ni engancha ni tiene nada por lo que merezca la pena ser vista. Si no hay nada mejor puede servir para pasar el rato, pero no la recomiendo. Cualquier otra será mejor y nos gustará más que ésta.

Aquí os dejo un tráiler de la peli:

Lo que el viento se llevó: el gran clásico

Con 72 años de historia, ‘Lo que el viento se llevó’ sigue siendo una película de intensas emociones que a pesar de su larga duración se deja ver y resulta muy entretenida.

Cuenta la historia de Escarlata O’Hara, la hija de un rico propietario de Georgia que por su belleza y zalamería tiene revueltos a todos los chicos de la región. Sin embargo, está enamorada del único que no le hace caso, y que está a punto de casarse con su prometida, lo que la llena de amargura. Cuando la guerra de Secesión comienza, la vida que hasta entonces ha conocido se derrumba y la muerte, la miseria y la desesperación se adueñan de todo. Pero donde unos ven el fin, Escarlata sólo ve la oportunidad de reinventarse y salir adelante por encima de quien sea.

Se trata de una historia romántica en la que los amores y desamores de la protagonista y de los secundarios están a la orden del día, pero en la que además hay guerra, penas, riquezas y ruinas, peligros y momentos simpáticos capaces de arrancarnos alguna sonrisa. Es muy completa y apta para toda la familia.

El punto débil de la película radica en su duración, casi cuatro horas. Por tanto, hay que mentalizarse antes de ponerse a verla porque de lo contrario es muy probable que acabemos disgustados. Pero si nos está gustando el tiempo pasará volando y antes de que nos demos cuenta habrá terminado.

Otro punto débil es el hecho de que al tener tantos años las interpretaciones así como los escenarios y efectos especiales dejan bastante que desear. Todo está my bien hecho para la época en la que se rodó, allá por el 1939, pero es indudable pensar que si se hubiera rodado en nuestros días el resultado hubiera sido muy diferente. De todas formas consigue trasladarnos a unos lugares mágicos, entrañables y fascinantes, y la ambientación es perfecta, sin dejar nada fuera de lugar.

Los diálogos son un poco más lentos de lo que estamos acostumbrados, pero a pesar de ello tienen dinamismo y no resultan aburridos. A excepción de alguna escena un tanto empalagosa, por lo general la película rebosa actividad, los protagonistas realizan muchos movimientos y no aburre en ningún momento, todo un logro en una película de estas características.

En resumidas cuentas he de decir que es una muy buena película, que hace honor a su crítica, que merece la pena ver y que nos hace pasar un buen rato contándonos una historia con mucha garra y con unos personajes memorables.

Muy recomendable, por supuesto.

Aquí dejo el tráiler:

Ciudad de Dios: una favela desde dentro

Os voy a hablar de una película que me impactó un montón, llamada Ciudad de Dios. Trata del origen y evolución de una de las grandes favelas de Río de Janeiro, llamada así, y que se nos cuenta por boca de uno de sus habitantes, Buscapé, un chico negro que evita la delincuencia en la que vive sumergido y que sueña llegar a ser fotógrafo de un periódico. Junto a él conoceremos a Dadinho, un pequeño asesino que con el paso del tiempo se convertirá en Zé Pequeño, uno de los hombres más peligrosos de la favela y que tiene las manos metidas en todos los negocios ilegales. 

Al tiempo que vemos cómo nace la favela y cómo se van modificando con el paso del tiempo tanto sus casas como sus habitantes, desde los 60 hasta los años 80, nos vamos sumergiendo en la vida de sus calles, en la pobreza, la miseria y la delincuencia, que es tal que hasta la policía evita entrar en ella, a menos que se trate de policías corruptos.

Es, sin ninguna duda, una película impactante, de gran realismo y crudeza que, aunque a veces peca de excesivamente violenta, probablemente se quede hasta corta. En Ciudad de Dios la vida de una persona no vale nada, y en la película se nos muestra este concepto de una forma bastante clara e inequívoca. No importa si eres bueno o malo, tus días están contados y poco o nada se puede hacer por evitar tu destino aparte de salir de allí. Pero pocos son los que lo consiguen.

Desde mi punto de vista se trata de una cinta que no debemos pasar por alto, que nos muestra lo malos que podemos llegar a ser los humanos y lo mucho que queda por recorrer si queremos que el mundo sea un lugar mejor.

En cuanto a las actuaciones, todos los actores son desconocidos para mí, pero hacen un estupendo papel, lo que a algunos no les costará demasiado ya que parte del elenco vive o ha vivido en la propia Ciudad de Dios.

Muy recomendable. Os dejo el tráiler:

Robin Hood, de Ridley Scott: el regreso del arquero más famoso

Robin Hood, dirigida por Ridley Scott e interpretada por Russel Crowe, es la última versión realizada hasta la fecha de aquel personaje épico que, escondido en los bosques de Sherwood, se dedicaba a robar a los ricos para dárselo a los pobres. En esta ocasión la historia que se cuenta está relacionada con otras películas anteriores, pero se aborda desde una perspectiva totalmente distinta.

Robin Longstride es un arquero del ejército de Ricardo Corazón de León. A su regreso de las cruzadas, camino de Inglaterra, pasan por Francia, saqueando todo lo que encuentran a su paso, y el rey es asesinado. Por su parte, Robert Loxley, otro caballero que muere en batalla, le hace prometer a Robin que irá a Nottingham a devolver una espada a su padre, legítimo dueño. Allí conocerá a lady Marion, y cuando piensa en retirarse, la grave situación política de Inglaterra le hace querer participar y evitar una cada vez más cercana guerra civil.

Se trata sin duda de una versión de Robin Hood muy diferente a lo que estamos acostumbrados. La versión de Kevin Costner, por ejemplo, es más amable, tiene un toque de humor y es más ‘tradicional’, por decirlo de alguna manera. Ésta es más seria, más política, y nos muestra a un Robin Hood más sereno y menos aventurero. A pesar de ello la historia está muy bien hilada y engancha desde el principio, de forma que no se nos hace cuesta arriba en ningún momento.

Los personajes están muy bien escogidos, y a Russel Crowe su papel le viene como anillo al dedo. Recuerda en muchas ocasiones al Máximo de Gladiator, pero no por ello desciende la calidad de su interpretación. Es rudo, tenaz, sensato y enérgico, y consigue llevar sobre sus hombros el peso de la trama sin ninguna dificultad.

Muy acertado también el papel de Cate Blanchett como lady Marion, una mujer de armas tomar que llama la atención y consigue ser admirada a pesar de su humildad. La pareja interpretativa con Crowe para mi gusto es muy buena.

En cuanto a la ambientación no hay de qué quejarse. Está muy bien lograda, y tanto los decorados como el vestuario y diálogos consiguen trasladarnos a una época tan lejana como fascinante.

A lo largo de la historia hay acción, pero desde mi punto de vista no es esto lo que caracteriza a la historia. Hay muchos momentos en los que los diálogos son intensos y de calidad, que incitan al a reflexión, y también otros en los que las escaramuzas políticas se hacen dueñas de la trama. Es, por tanto, una historia más seria y madura que la típica de Robin Hood, pero como digo está muy bien hecha y aporta una perspectiva muy diferente del personaje.

Por lo que a mí respecta es una gran historia, que no es ni mejor ni peor que otras versiones, sino complementaria, porque aborda los puntos que hasta ahora no habían sido explorados, y que sirve para comprender mejor las motivaciones y los acontecimientos que protagonizó tan conocido arquero.

Muy recomendable, a pesar de su larga duración.

Os dejo el tráiler de la película:

El maquinista: una gran película española

Se trata de una película extraña, oscura, fría y aparentemente desoladora, pero que una vez termina nos deja con una sensación muy buena. Es una película española, pero desde luego no lo parece en absoluto: protagonistas extranjeros y un entorno que recuerda a Estados Unidos, junto con una trama que no es frecuente por estas tierras, pero española al fin y al cabo.

La historia que nos cuenta es la de un operario de maquinaria llamado Trevor Reznik. Un hombre extraño, solitario y demacrado por una extrema delgadez. Trevor padece, además, un grave caso de insomnio que lo tiene agotado. En estas circunstancias, un accidente en la fábrica, que conllevará graves consecuencias, será el detonante que hará que la vida de Trevor no vuelva a ser la misma. Pero ya no cuento más.

La película es muy poco convencional, de principio a fin. Todo se ve de un color gris oscuro, con poca luz, dando lugar a un ambiente lúgubre y triste. Los diálogos son muy pausados, casi adormilados, y las acciones de los personajes también resultan un tanto lentas. Todo está envuelto en una atmósfera un tanto onírica, inquietante y sobre todo desconcertante.

Los personajes están muy bien definidos. El protagonista, interpretado por un irreconocible Christian Bale que está literalmente en los huesos (y que tuvo que hacer un gran esfuerzo para adelgazar tanto) es sin duda el más destacado, consiguiendo transmitir al espectador los sentimientos que le acechan en cada momento: cansancio, sueño y especialmente inquietud. Los secundarios, entre los que destaca Aitana Sánchez-Gijón, le siguen la estela muy bien, y están a la altura de lo que se espera de ellos. Muy acertados y creíbles en todo momento.

Los diálogos son muy escasos, y los existentes son pausados, parcos en palabras pero con contenido. A veces parece que se hablan intrascendencias, pero en realidad todo está muy bien elaborado, nada queda al azar.

La banda sonora es prácticamente inexistente. A lo largo de la película podemos escuchar algunas melodías, pero por lo general los silencios son los que imperan, dando a la historia un aire más extraño si cabe.

La fotografía y la puesta en escena son dos aspectos que están muy cuidados y dejan muy buen sabor de boca.

Desde mi punto de vista se trata de una gran película que hará las delicias de los amantes del thriller. Es inquietante, extraña, diferente y consigue atrapar al espectador. En mi caso desconocía todo de esta película, pero he de decir que me gustó un montón y que recomiendo totalmente. Desde que empecé a verla no pude dejar de hacerme preguntas sobre lo que pasaba, intentando buscar explicaciones que no son fáciles de encontrar.

Merece la pena, desde luego.

Aquí os dejo el tráiler de la película:

Azuloscurocasinegro: lo cotidiano a veces es mucho más

Azuloscurocasinegro (en una sola palabra) es una película española del año 2006 un tanto peculiar. Es la primera de Daniel Sánchez Arévalo, y cuenta entre otros con Antonio de la Torre y Marta Etura.

La historia que se nos cuenta es la de un chico que lleva toda la vida trabajando de portero y cuidando de su padre pero que, descontento con la vida que le ha tocado, desea romper los lazos que lo atan a esa vida para poder tomar las riendas y cambiar su existencia. A ello le ayudarán su hermano, recién salido de la cárcel, y su amigo de toda la vida, entre otros.

Se trata de una película extraña, que en un principio no parece que vaya a contarnos nada trascendente pero que sin embargo engancha de cierta manera. Poco a poco vamos conociendo más a los personajes, nos vamos identificando con ellos o -al menos- los sentimos cercanos. Las relaciones entre ellos no son fáciles y el peso del tiempo hace mella, para llegar a un final un tanto inusual.

Los actores lo hacen bastante bien. De entre ellos, mención especial merece Antonio de la Torre, muy convincente en su papel de macarra peligroso y con un toque desconcertante. Los demás están correctos y se adaptan muy bien a sus papeles, aunque ninguno realiza la interpretación de sus vidas.

La película es sencilla, pausada, sin prisas. Hay diálogos tranquilos, hay silencios largos que resultan agradables. Hay paz dentro de situaciones tensas, y tensión en situaciones tranquilas. Hay momentos tiernos, momentos dramáticos y algunos incluso un tanto crueles. Es una mezcla un tanto peculiar que de alguna forma nos induce a seguir viendo la historia, adentrándonos en ella.

Como toda película española que se precie contiene sus escenas de desnudos y subidas de tono. En esta ocasión, al menos, tiene su razón de ser, pero algunas escenas son más explícitas de lo necesario. No es por tanto apta para ver con niños pequeños.

Desde mi punto de vista se trata de una historia de vidas cotidianas (nada de acción, misterios ni efectos especiales, por supuesto) pero realizada desde una perspectiva diferente, que sin ser un gran peliculón deja su huella y que desde luego no está nada mal para pasar un rato entretenido, así que la recomiendo.

Dejo aquí el tráiler:

Vaya caos: cuando el orden es imposible

Voy a hablar a continuación de una película que se llama ‘Vaya caos’, interpretada por Ryan Reynolds. Se trata de una comedia que me había pasado totalmente desapercibida, pero que -aventurero de mí- me lancé a ver ayer mismo.

La historia que se nos cuenta trata de una joven pareja que está a punto de casarse. Sin embargo, ante las dudas de última hora del futuro esposo, su suegro, Frank, un hombre severo y meticuloso, le invita a realizar una reflexión. Para ello, nada mejor que contarle la historia de su matrimonio.

Así comienza una curiosa sucesión de anécdotas en la que iremos conociendo las peripecias por las que se ve obligado a pasar el personaje de Reynolds, y entre las que no faltan malentendidos, situaciones enrevesadas y momentos desconcertantes.

La historia en sí no es nada del otro mundo, pero está contada de una forma que me resultó muy original. Las situaciones en algunos momentos resultan un tanto disparatadas, pero por lo general están muy bien escogidas y tienen su punto, de forma que resulta en ciertos momentos divertida, tierna, emotiva e interesante, al llevar un mensaje al espectador.

Los protagonistas lo hacen bastante bien, en especial Frank, con su costumbre de planificarlo absolutamente todo y su cambio de comportamiento conforme va avanzando la historia. Se muestra muy convincente y desde mi punto de vista es el más destacado del elenco. Los secundarios no lo hacen nada mal, pero tienen un papel más uniforme y estándar, con menos posibilidades de explotar sus aptitudes interpretativas.

No veremos grandes efectos especiales, ni peligros ni gestas heroicas. Todo lo que sucede es de lo más normal; podría pasar perfectamente en la vida real, y por ello resulta muy creíble.

Con respecto a la película la verdad es que no es una obra maestra ni tampoco es la historia que nos llega al alma o recordamos durante largo tiempo. Está entretenida, no da tiempo para aburrirnos (entre otras cosas porque es muy corta, unos 80 minutos nada más) y se pasa bastante bien. Tampoco es una historia de amor ni una película en la que reiremos a carcajadas. Hay de todo un poco, pero de nada en exceso.

En resumidas cuentas se deja ver, sirve para pasar el rato y deja buen sabor de boca, por lo que la recomiendo para una de esas tardes en las que no apetece salir a la calle y sí quedarnos tranquilamente tumbados en el sofá.

Dejo aquí el tráiler de la película: